El monte Txulato es toda una fortaleza con sus crestas aéreas y sus escarpes rocosos. 
El recorrido que a continuación se presenta se inicia desde el pueblo de Portilla y recorre por los restos de un antiguo asentamiento medieval.
Aunque las primeras referencias documentales se remontan al año 1040, recientes excavaciones arqueológicas demuestran la ocupación de este lugar desde comienzos de la Edad del Hierro.
Se han encontrado múltiples restos de época tardo-romana (siglos III al V d.C.), tales como hojas de cuchillo, piezas de molinos de mano, cerámicas, etc.
Durante la Edad Media, y especialmente a en los siglos XI y XII, el lugar adquirió mayor importancia, pues constituía un valioso enclave defensivo del reino de Navarra, ya que dominaba los caminos desde el Ebro hacia los valles de de los ríos Ayuda e Inglares.
En el siglo XIII pasó a formar parte del reino castellano y con el desplazamiento de su frontera hacia el este, el lugar fue perdiendo importancia paulatinamente, marchándose sus habitantes a otros emplazamientos, como la actual de Portilla, o la nueva villa de Berantevilla, que tenía mejores tierras para el cultivo gracias a su situación en el valle del Ayuda. 
El conjunto constructivo de Portilla estaba formado por el castillo y la villa medieval Portilla de Ibda. Tanto la fortificación como el poblado estarían ya prácticamente despoblados en el siglo XIV, siendo ocupados posteriormente sólo en épocas de conflictos armados. En el escudo de Araba, el castillo que se representa es el de Portilla.
Plano del Recorrido
Pefil del Recorrido
Itinerario
Para acceder desde Gasteiz a Portilla hemos de tomar la A-1 dirección Madrid. Al poco de pasar el acceso a la AP-1, está la salida para Haro. (N-124) La seguimos hasta llegar al cruce de Berantevilla (A-3122). Se cruza la localidad y al final de ésta hay un cruce a la izquierda dirección Portilla (A-4146).
Una vez en Portilla cruzamos esta pequeña localidad dejando el vehículo a las afueras (C/ La Ermita). Desde Gasteiz habremos recorrido unos 35 kilómetros.
Para acceder desde Gasteiz a Portilla hemos de tomar la A-1 dirección Madrid. Al poco de pasar el acceso a la AP-1, está la salida para Haro. (N-124) La seguimos hasta llegar al cruce de Berantevilla (A-3122). Se cruza la localidad y al final de ésta hay un cruce a la izquierda dirección Portilla (A-4146).
Una vez en Portilla cruzamos esta pequeña localidad dejando el vehículo a las afueras (C/ La Ermita). Desde Gasteiz habremos recorrido unos 35 kilómetros.
Cómo llegar
Ver mapa más grande
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0,00 h. Portilla
Tomamos como punto de inicio la iglesia de Portilla. Seguimos la calle que asciende a la parte alta del mismo.
Al llegar a la última casa encontramos un panel informativo y junto a éste se inicia una herboso sendero. 
El marcado sendero rodea una loma herbosa antes de acercarnos a la zona de las ruinas. 
Una vez que hemos dejado atrás el desvío a la ermita (izq.) el sendero se bifurca.
Tomamos como punto de inicio la iglesia de Portilla. Seguimos la calle que asciende a la parte alta del mismo.
Al llegar a la última casa encontramos un panel informativo y junto a éste se inicia una herboso sendero. 
El marcado sendero rodea una loma herbosa antes de acercarnos a la zona de las ruinas. 
Una vez que hemos dejado atrás el desvío a la ermita (izq.) el sendero se bifurca.
0,15 h. Desvío/Izq.
A los 25 metros de pasar por el desvío a las ruinas de la ermita el sendero se bifurca. Seguimos por la senda que asciende a nuestra izquierda.
El sendero que sigue de frente será el que usemos para la vuelta. El sendero se adentra en lo que en su día fue la aldea medieval de Portilla de Ibda. (Ibda es el antiguo nombre del río Ayuda) 
El sinuoso sendero, algo incómodo en algunos tramos debido a las piedras, serpentea y bordea las ruinas del castillo que queda a nuestra derecha en un alto de difícil acceso. 
Por suerte pronto enlazamos con una zona desbrozada y de cómodo caminar hasta desembocar en una pista que procede del pueblo de Portilla.
A los 25 metros de pasar por el desvío a las ruinas de la ermita el sendero se bifurca. Seguimos por la senda que asciende a nuestra izquierda.
El sendero que sigue de frente será el que usemos para la vuelta. El sendero se adentra en lo que en su día fue la aldea medieval de Portilla de Ibda. (Ibda es el antiguo nombre del río Ayuda) 
El sinuoso sendero, algo incómodo en algunos tramos debido a las piedras, serpentea y bordea las ruinas del castillo que queda a nuestra derecha en un alto de difícil acceso. 
Por suerte pronto enlazamos con una zona desbrozada y de cómodo caminar hasta desembocar en una pista que procede del pueblo de Portilla.
0,25 h. Pista
El sendero llega a una pista transversal. La seguimos a nuestra derecha ascendiendo por el Camino de Berganzo.
Aquí enlazamos con el GR-1 o Sendero Histórico. 25 minutos después llegamos a un cruce en una zona denominada “Las Tasugueras”. 
Ignoramos el camino herboso que sigue a nuestra izquierda y continuamos por la pista principal que inicia el descenso de este portillo trazando un zigzag hasta llegar, 450 metros después, a un nuevo cruce.
El sendero llega a una pista transversal. La seguimos a nuestra derecha ascendiendo por el Camino de Berganzo.
Aquí enlazamos con el GR-1 o Sendero Histórico. 25 minutos después llegamos a un cruce en una zona denominada “Las Tasugueras”. 
Ignoramos el camino herboso que sigue a nuestra izquierda y continuamos por la pista principal que inicia el descenso de este portillo trazando un zigzag hasta llegar, 450 metros después, a un nuevo cruce.
1,00 h. Cruce/ Dch.
Abandonamos aquí el “Camino de Berganzo” que continúa a nuestra izquierda hasta dicha localidad, y seguimos por la pista que recorre el Valle Reajo de este a oeste.
Así que la pista da un giro de 180 grados a la derecha y caminamos dejando el pinar a nuestra izquierda. 
Veremos un primer cortafuegos que asciende hacia la creta, no hay que tomar esa ruta. Seguimos caminando por el GR-1 hasta llegar a un desvío señalizado con un poste. (1,10 h.) 
Llegamos a un ancho cortafuegos que asciende directamente hacia la cresta de Txulato. 
Dejamos pues la pista del valle de Reajo, que nos llevaría a Santa Cruz del Fierro, e iniciamos por fuerte pendiente el ascenso hacia la cresta cimera de Txulato. (1,25 h.) 
Es importante ceñirse al recorrido que aquí se describe a partir de este punto ya que intentar subir por otro lado sería una temeridad, si no un imposible. 
Tras superar la cresta cambiamos de vertiente y seguimos el desbrozado sendero que nos llevará en algo menos de 10 minutos a la cima.
Abandonamos aquí el “Camino de Berganzo” que continúa a nuestra izquierda hasta dicha localidad, y seguimos por la pista que recorre el Valle Reajo de este a oeste.
Así que la pista da un giro de 180 grados a la derecha y caminamos dejando el pinar a nuestra izquierda. 
Veremos un primer cortafuegos que asciende hacia la creta, no hay que tomar esa ruta. Seguimos caminando por el GR-1 hasta llegar a un desvío señalizado con un poste. (1,10 h.) 
Llegamos a un ancho cortafuegos que asciende directamente hacia la cresta de Txulato. 
Dejamos pues la pista del valle de Reajo, que nos llevaría a Santa Cruz del Fierro, e iniciamos por fuerte pendiente el ascenso hacia la cresta cimera de Txulato. (1,25 h.) 
Es importante ceñirse al recorrido que aquí se describe a partir de este punto ya que intentar subir por otro lado sería una temeridad, si no un imposible. 
Tras superar la cresta cambiamos de vertiente y seguimos el desbrozado sendero que nos llevará en algo menos de 10 minutos a la cima.
1,35 h. Txulato
En la cima de Txulato encontramos un vértice geodésicoy junto a éste un viejo buzón de la S. E. Manuel Iradier instalado en 1964.
También se encuentra el “Toro de Oro”, una leyenda local dentro de una urna de metacrilato, y una campana. 
Si el día es despejado disfrutaremos de una amplia panorámica. Como se verá en las fotos las nubes bajas ocultan la mayoría de las localidades cercanas y algún que otro monte de la zona de Trebiño.
En la cima de Txulato encontramos un vértice geodésicoy junto a éste un viejo buzón de la S. E. Manuel Iradier instalado en 1964.
También se encuentra el “Toro de Oro”, una leyenda local dentro de una urna de metacrilato, y una campana. 
Si el día es despejado disfrutaremos de una amplia panorámica. Como se verá en las fotos las nubes bajas ocultan la mayoría de las localidades cercanas y algún que otro monte de la zona de Trebiño.
Panorámica:
Con buena visibilidad observaríamos de sureste a suroeste, a Toloño, San Cristóbal, el pueblo de Ozio, Salinillas de Buradón / Buradon Gatzaga, Haro, el monte San Lorenzo y San Millán en la sierra de la Demanda. 
En el ángulo oeste-norte veremos los montes en torno a Miranda de Ebro, Sierra de Arcena, Carrias, Montes de Tuio, Sierra Badaia, Sierra de Arkamu y el cercano San Formerio, hoy oculto bajo un mar de nubes. 
Hacia el norte descubrimos el Macizo de Gorbeia y girando al noreste, los Montes de Gasteiz, Anboto, Udalatx, Sierra de Aizkorri, Aratz, el monte Cerro y una amplia extensión de Trebiño. 
Por el este apreciamos el cercano Moraza; Peñalta, San Tirso y Palomares, en la Sierra Cantabria-Toloño, caen ligeramente al sureste, dirección en la que se ve algo del Monte Joar. 
Para la vuelta desandamos este último tramo del recorrido hasta la pista del Valle de Reajo. (1,45 h.) 
Al otro lado de la pista veremos un sendero balizado con unos hitos de piedras. 
Lo seguimos y ascendemos unos 30 metros de altitud para luego seguir, a media ladera y sin apenas salvar desnivel, dirección a las ruinas el Castillo de Portilla. 
Al llegar casi a la base de las ruinas veremos un sendero que sale a nuestra derecha. Abandonamos de momento la senda principal y tomamos este ramal que bordeando el castillo por su cara norte nos da acceso a él. ( 2,10 h.) 
Del castillo regresamos de nuevo a la senda principal y seguimos el balizado trazado. Tres minutos después enlazamos con otro sendero que asciende por nuestra izquierda desde le Valle de Reajo. 
Nosotros continuamos a nuestra derecha para enlazar, dos minutos después, con el sendero de Portilla que hemos usado al inicio del recorrido. 
Un minuto después encontramos el desvío a las ruinas de la ermita. Al minuto se llega a los restos de la misma. 
Se regresa al sendero principal y descendemos por él hasta Portilla 7 minutos después. 
Las campanas de la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad de Portilla nos saludan a nuestra llegada.
En el ángulo oeste-norte veremos los montes en torno a Miranda de Ebro, Sierra de Arcena, Carrias, Montes de Tuio, Sierra Badaia, Sierra de Arkamu y el cercano San Formerio, hoy oculto bajo un mar de nubes. 
Hacia el norte descubrimos el Macizo de Gorbeia y girando al noreste, los Montes de Gasteiz, Anboto, Udalatx, Sierra de Aizkorri, Aratz, el monte Cerro y una amplia extensión de Trebiño. 
Por el este apreciamos el cercano Moraza; Peñalta, San Tirso y Palomares, en la Sierra Cantabria-Toloño, caen ligeramente al sureste, dirección en la que se ve algo del Monte Joar. 
Para la vuelta desandamos este último tramo del recorrido hasta la pista del Valle de Reajo. (1,45 h.) 
Al otro lado de la pista veremos un sendero balizado con unos hitos de piedras. 
Lo seguimos y ascendemos unos 30 metros de altitud para luego seguir, a media ladera y sin apenas salvar desnivel, dirección a las ruinas el Castillo de Portilla. 
Al llegar casi a la base de las ruinas veremos un sendero que sale a nuestra derecha. Abandonamos de momento la senda principal y tomamos este ramal que bordeando el castillo por su cara norte nos da acceso a él. ( 2,10 h.) 
Del castillo regresamos de nuevo a la senda principal y seguimos el balizado trazado. Tres minutos después enlazamos con otro sendero que asciende por nuestra izquierda desde le Valle de Reajo. 
Nosotros continuamos a nuestra derecha para enlazar, dos minutos después, con el sendero de Portilla que hemos usado al inicio del recorrido. 
Un minuto después encontramos el desvío a las ruinas de la ermita. Al minuto se llega a los restos de la misma. 
Se regresa al sendero principal y descendemos por él hasta Portilla 7 minutos después. 
Las campanas de la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad de Portilla nos saludan a nuestra llegada.
2,35 h. Portilla
Son las doce del mediodía cuando llegamos a Portilla. Buena hora para tomar unos vinos en Gasteiz.
Y con un día espléndido damos por terminada esta circular al monte Txulato visitando las ruinas del castillo de Portilla y del antiguo poblado asentado en sus alrededores.
Son las doce del mediodía cuando llegamos a Portilla. Buena hora para tomar unos vinos en Gasteiz.
Y con un día espléndido damos por terminada esta circular al monte Txulato visitando las ruinas del castillo de Portilla y del antiguo poblado asentado en sus alrededores.
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